El Café Gerbeaud llega a Tokio

La confitería y cafetería Gerbeaud fue fundada en 1858, en Budapest, Hungría, por Henrik Kugler, un repostero formado en París. Se trata del primer hombre en vender helados en Budapest, cuyos productos de confitería se convirtieron en un referente de la ciudad desde entonces. La emperatriz Sisi solía deleitarse con las delicias del lugar.

Con 150 años de historia y un espíritu que nos recuerda la época del Imperio Austro-húngaro, el Café Gerbeaud está listo para inaugurar una sucursal en la ciudad japonesa de Tokio.

Hace dos años, un turista japonés quedó cautivado con el local, de manera que se propuso trasladar dicho ambiente a Tokio, en una superficie de 120 metros cuadrados. El nuevo Café Gerbeaud será una reproducción fiel del original, con decoración y muebles fielmente calcados (¿no habría sido más interesante una propuesta deconstructiva del concepto, o simplemente una adaptación?).

En cuanto a los pasteles que habrán de servirse, cabe mencionar que estarán estrictamente basados en los auténticos, pues se envió a un repostero japonés, durante un año, a entrenarse en la preparación de tartas Eszterházy, Dobos y otras.

La iniciativa parece ser cuidadosa (tanto en decoración y mobiliario como en el aspecto gastronómico), pero no creo que ninguna sucursal tenga punto de comparación con la verdadera cafetería Gerbeaud.

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