Jugar es un lujo

El buen gusto existe para todos. Una de las posibilidades más interesantes y casi mágicas del sibaritismo es la de plasmar un toque de elegancia a prácticamente cualquier objeto sin perder su esencia. La idea es otorgarle un reflejo explícito de nuestro gusto. De modo tal que ocasionalmente nos encontramos artículos o accesorios que para nosotros gritan a todas luces «éste soy yo».

Por ejemplo existen caballeros con una cartera bastante sana que en el fondo siguen guardando a un joven videojugador, personas que prefieren invertir trece horas en el último juego de Resident Evil que salir de viaje en un crucero.

Sony no ha perdido de vista a estos especímenes y desde el lanzamiento de sus consolas estrella ha diseñado algunas ediciones especiales pensadas para ellos. Existe un Play Station Portable (PSP) bañado en oro y con incrustaciones de diamantes, fue el protagonista de diversas fiestas del jet set organizadas por Sony, para celebrar el lanzamiento de su consola portátil en 2005.

Hablo de reuniones donde se dieron cita algunas de las celebridades más reconocidas del mundo de la moda, el cine y la música, presentando las cualidades del aparato, así como accesorios creados por diseñadores de la talla de Marc Jacobs, quien confeccionó por ejemplo un bolso clutch de piel negra y detalles bañados en oro exclusivamente para la ocasión.

Un movimiento similar se realizó hace poco para el lanzamiento del Play Station 3 en su modalidad de 60 gigas, donde se creó una consola cubierta completamente con cristales Swarovski. El aparato fue puesto en una subasta para beneficencia, donde se logró vender por 70.000 libras esterlinas.

Vía: PR Newswire

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