Vengo a presentarles al Patek Philippe 4958, responsabilidad de la firma ginebrina de relojes. Su presentación y su hechura parecen haberse propuesto elogiar el blanco y el plateado, transmitir elegancia y claridad.
La pieza viene presentada en una caja de oro blanco de 31 milímetros de diámetro, con un bisel decorado con 66 diamantes. En cuanto a su funcionamiento mecánico, el reloj marcha con una cuerda manual que promete precisión. Además de señalar horas, minutos y segundos (a partir de un pequeño segundero), indica las fases de la luna, un símbolo relacionado con la feminidad, pero también con los tonos argentinos.
El exterior de la carátula es de nácar blanco, contiene índices de diamantes y las cuatro cifras principales (3, 6, 9 y 12) están confeccionadas mediante aplicaciones de oro blanco. La correa mantiene esta línea estética: ostenta armis de oro blanco y el clásico cierre Patek Philippe.
En cuanto a funcionalidad, la pieza es impermeable hasta los 25 metros de profundidad y está revestida de cristal de zafiro para evitar rayones. Es un reloj femenino que va más allá de lo básico. Por lo general son los caballeros quienes se inclinan por los relojes complicados, pero estoy segura de que éste encontrará muchas adeptas.
En cuanto al diseño, puedo decir que es bastante clásico. Una pieza como ésta no pasa de moda. Ahora que, si se trata de ir acorde a las tendencias, siempre habrá otras opciones en el mercado.
Más información: Patek