El vocablo lujo se desprestigia

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El segmento AB del mercado, que constituye el 1% de la población argentina, es aquél que goza de mayor poder adquisitivo. No serán muchas las diferencias entre el porcentaje argentino y el del resto del mundo, pues la riqueza y los contrastes sociales existen en todos los países del Globo.

Lo interesante aquí consiste en un estudio aplicado a dicho segmento y realizado por Marisa Koifman, consultora de MK Comunicación Estratégica. Según los resultados de esta investigación, los privilegiados que forman parte del sector AB buscan palabras alternativas para evitar el uso del vocablo lujo. Se ha notado que prefieren términos como exclusividad o distinción, ya que consideran que el término lujo, desde la década de los 90, está irremediablemente ligado al mal gusto, la opulencia sin sentido y el show off.

No sé qué opinen ustedes, pero aunque no estoy de acuerdo con el sacrificio de un vocablo que en nuestro idioma tiene un significado bastante claro y delimitado, sí entiendo que muchas veces la palabra lujo se emplea para describir artículos muy costosos pero cuyas características de diseño dejan mucho que desear. La red está llena de ejemplos.

Y como no podemos prohibir el surgimiento de productos caros, elaborados con materiales finísimos, pero definitivamente exagerados y faltos de distinción, el segmento AB de la Argentina prefiere distinguir entre éstos y los artículos exclusivos, aquéllos capaces de reflejar lujo verdadero.

Por lo visto en cuestiones de lujo también hay polémica relacionada con el lenguaje.

Fuente: La Gaceta

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