Joyas únicas: Huevos de Fabergé

Está por llegar la Pascua, y todos esperamos los huevos de pascua, esa dulzura del chocolate con las sorpresas dentro y las decoraciones, pero existen unos huevos de Pascua muy diferentes a los que conocemos. Son los lujosos huevos de Pascua de Fabergé.

En la Pascua ortodoxa, los dos últimos zares del extinto imperio ruso, Alejandro III y Nicolás II, regalaban unas piezas encargadas al joyero de la Corte, Peter Carl Fabergé, bautizadas como los Huevos Fabergé.  Hoy en día, son cotizadísimas obras de arte, joyas de lujo.

La Pascua es una antigua celebración de las religiones cristiana y judía. La cristiana, celebra la resurrección, la vida y la judía (Pesaj) conmemora la fuga del pueblo judío de Egipto donde el faraón los mantenía cautivos. En muchos lugares, durante las fiestas pascuales es tradicional regalar huevos de chocolate decorados y que en su interior contienen sorpresas, particularmente destinadas a los niños.

Sin embargo, estos huevos de Pascua de Fabergé de elevadísimo valor, que tienen una historia que merecía conocerse. Los huevos son labrados en Cristal de Roca, se adornan con miles de diamantes y cuarzo. El Zar siempre disponía que en su interior la joya contuviera una sorpresa.

Los materiales que usó Fabergé, fueron, principalmente: oro, plata, cobre, níquel y paladio. Agregó también piedras preciosas y esmaltes de modo tal de lograr perfectas proporciones, colores y dibujos.

En 2004 fueron vendidos 6 de dichos huevos, adquiridos por un magnate ruso a la suma de 90 millones de dólares. Otro ejemplo, a finales de noviembre del año pasado, el Huevo Fabergé que es un reloj de cuco de diamantes fabricado para la familia Rothschild se vendió por 12,5 millones de euros en una subasta de Christie’s de Londres.

Hoy en día, las reproducciones de sus pequeñas joyas están en las tiendas de souvenirs y joyerías sobre todo de San Petersburgo.

Estas son imágenes del huevo de Pascua, de Fabergé que el Zar Nicolas II le regaló a su esposa, Alejandra Fedorovna, considerado uno de los más bellos,  llamado Palacio de Alejandro:Interior del Huevo de Fabergé: la sorpresa que alberga en su interior: una réplica en miniatura de oro del Palacio de Alejandro —la residencia favorita del zar— y sus jardines en Tsarskoye Selo. La Familia real rusa residía en esta villa, emplazada a las afueras de San Petersburgo.

Os dejamos con una galería de fotografías para que se  maravillen con estas joyas de lujo de huevos de Pascua:

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