La fecha exacta de la boda ha sido fijada para mañana 28 de abril, y todo está casi pronto. Radiantes y con la serenidad característica de una pareja sólida, ambos jóvenes, de 28 años, posaron ayer ante docenas de fotógrafos en el Palacio de St. James, unas horas antes de su unión.
Los creadores enviaron una carta de presentación a la pareja, indicando que ofrecían esta joya y todos los arreglos necesarios, para que se use en tan distinguida ocasión. Es un vestido confeccionado para una boda real, en tafeta de seda blanca adornada con diamantes, zafiros y otras piedras preciosas. Resalta un cinturón bordado de diamantes y perlas, al igual que la tiara de brillantes del hombro, una belleza.Para completar el ajuar, fueron diseñados y creados unos aretes y collar que hacen juego con el anillo de compromiso que el futuro rey, le dio a su novia.
El anillo que William entregó a su prometida es el mismo que su madre, la princesa Diana, recibió al comprometerse con el príncipe Carlos. Los diseñadores estadounidenses, no sólo pensaron en el vestido que la novia llevará en la ceremonia, sino también en el que lucirá en la recepción y fiesta. Así que confeccionaron un vestido corto y muy elegante, que permitirá a la dama, disfrutar más cómodamente de la recepción y sobre toda si baila.
Los dos vestidos componen un par de piezas exclusivas con un diseño en común, tienen cintura baja, mucho encarrujado y un cinturón de piedras preciosas.
De ser aceptado, este vestido se convertiría en el más famoso del mundo, después del que usó la princesa Diana, 30 años atrás. Diana de Gales fue un ícono de la moda. Admirada por diseñadores, marcó al mundo con su estilo y todo comenzó con su vestido de novia.
No se ha comentado nada de su transporte, esperemos hasta mañana para tener resuelta la incógnita.
