¿Quién de ustedes, durante su infancia, tenía una casita del árbol para jugar? Yo nunca tuve una, pero subirme a los árboles me parecía divertidísimo, y a veces llevaba algunos juguetes conmigo. Me hubiera encantado tener un enorme árbol en el jardín para que mi papá construyera en él un refugio infantil a mi medida.
Creo, sin embargo, que nunca hubiera aspirado a una casita del árbol tan cara como ésta, de la que vengo a hablarles. Su valor es de 50.000 libras, lo que equivale a 72.800 dólares.
Su feliz propietario es un niño ruso de diez años. Acaso el dueño de la casita de árbol más cara del mundo. ¿O creen que exista alguna que la supere? La casita, sin embargo, todavía no está terminada. Está siendo construida en Northamptonshire, en un bosquecillo cercano a la mansión de la familia del niño en cuestión.
Y, como los detalles sí importan, la casita cuenta con pequeños lujos en su arquitectura. Un vitral con cristales de colores, por ejemplo. Tiene escaleras hechas y derechas (lo cual, desde mi perspectiva, resta encanto y aventura al concepto), un puente de cuerdas, balcones y terraza.
¿Qué me dicen ustedes? ¿Prefieren ésta o las casitas de árbol tradiconales? Creo que yo me quedo con las segundas.