Mel Gibson está por divorciarse de su todavía esposa Robyn tras 28 años de matrimonio. Ella atribuye la causa a «diferencias irreconciliables» sin proporcionar más datos al respecto. Los documentos de la corte tampoco hablan mucho de las causas de la separación legal.
La única información que se tiene, como suele suceder, es la tocante a los dineros. Robyn, además de la patria potestad de su hijo de nueve años, pide joyas y propiedades en la corte. Esta petición podría convertirse en la más cara en la historia de las celebridades estadounidenses. Se trata de cantidades sin precedentes.
Ni Neil Diamond, ni Michael Jordan han gastado tanto en la disolución de sus matrimonios. Y es que la fortuna del actor y director es de más de 900 millones de dólares y, de acuerdo con la ley, tendrá que compartirlos. Lo estipulado es que a Robyn correspondan 450 de esos 900, de manera que el divorcio la hará millonaria, si es que no lo era ya.
La verdad es que no creo que Mel Gibson vaya a quedar desfalcado con el divorcio. Después de 28 años de matrimonio y un hijo en común, no me parece tan injusto que la fortuna sea compartida. Además, él encontrará consuelo en brazos de la música rusa Oksana, con quien se le ha visto recientemente.