Algunos instrumentos musicales llevan implícita la elegancia. El piano es uno de ellos. Además del sonido que produce, su aspecto es imponente, en especial si se trata de un piano de cola.
La marca francesa Gary Pons intenta renovar el aspecto de este instrumento y propone excepcionales diseños: pianos hechos con materiales como el aluminio y el cristal, con notables transparencias, detalles que relumbran y juegan con la luz y adornos poco convencionales.
Yo no sé de música, pero los expertos aseguran que el sonido que se desprende de los pianos Gary Pons es exquisito, y que se trata de piezas no aptas para amateurs.
El piano de la fotografía pertenece a una colección llamada Plexart. Algunos encuentran en estos pianos auténticas piezas de arte. No comulgo con la postura, pues para mí el arte transmite, antes que cualquier otra cosa, un concepto. No se trata sólo de usar materiales y adornos antes no vistos.
A mí lo que me gusta son los pianos clásicos, negros, de pared o de cola. Ninguna transparencia, ningún metal caprichosamente confeccionado puede compararse con un piano clásico para mí. Sin embargo esta marca se me antoja como para el laboratorio musical de algún rockero emblemático.
Vía: Gizmodiva