Los diseñadores de teléfonos móviles se han inspirado en distintos objetos, conceptos y materiales, algunos de ellos por demás lujosos. Pero si no me equivoco, el Nokia Gold Arte 8800 es el primero en honrar al más preciado de los metales: un aparato cubierto de oro de dieciocho quilates, con incrustaciones de cuero blanco en cada una de sus caras.
El teléfono de tres gigas ostenta un muy particular diseño (uno que no figura entre mis favoritos) y ofrece especificaciones que seguramente lo situarán en un buen lugar en el mercado de lujo: es discreto, cuenta con una pantalla deslizante OLED, su tamaño es de sólo dos pulgadas (con resolución de 320 x 240 píxeles), dispone de un sensor que ajusta el brillo automáticamente según las condiciones del entorno y es capaz de mostrar la hora en un reloj de manecillas con sólo dar un par de toquecitos sobre la parte frontal.
Y como buen artículo de lujo, es apto para reproducir video en MPEG-4, así como música almacenada en formato MP3 o WMA, entre otros. Posee un puerto micro-USB para el ordenador y Bluetooth para transferir archivos sin cables, además de que puede navegar por internet.
Los amantes del oro en exceso tienen cada vez más opciones de gadgets y diseño.