El Origami es una expresión artística milenaria, proveniente de Japón, que consiste en crear esculturas, utilizando papel.
Esta maravillosa actividad, con el paso de los años, se ha tornado conocida en el mundo entero, despertando el interés de diversos artistas, que intentan aprender sus secretos, y crear sus propias obras de papel.
Es el caso de Sergio Anaya y Jorge de León; dos mexicanos que decidieron embarcarse en un proyecto artístico arriesgado: abrir el primer museo dedicado por completo, al Origami.
El establecimiento está ubicado en Celaya, México. La inversión necesaria para crear el museo, fue de 10.000 dólares. El costo de la entrada será utilizado para solventar los gastos de renta y de mantenimiento del museo. Si el proyecto resulta exitoso, se abrirá un nuevo piso, con nuevas piezas de Origami.
Uno de los principales objetivos de Amaya y de León, es dar a conocer esta manifestación artística entre los niños. Para ello, se realizarán visitas guiadas para escolares, en las que se incluirá la historia de este exquisito arte milenario.
El museo ofrece 3 mil figuras, dispuestas sobre grandes escenarios. Varias de las piezas se relacionan entre sí, formando impresionantes escenas: reproducciones de historias religiosas y leyendas mitológicas, zoológicos con decenas de animales de papel, pequeñas ciudades con pequeñas personas, medios de transporte, y todo tipo de establecimientos.
El 30% de las piezas expuestas en el museo, han sido creadas por Amaya, en un lapso de 10 años. El resto de las producciones han sido donaciones de un centenar de artistas, provenientes de todos los continentes.