Este postre de chocolate no tiene un nombre en especial, pero vaya que su principal característica se sale de lo ordinario: cuesta dieciocho mil dólares. Claro que es demasiado para un simple postre de chocolate. Sin embargo, este postre, aunque preparado de acuerdo con los más tradicionales procedimientos, lleva un adorno que justifica su precio: un diamante de corte Asscher.
La combinación de diamantes con chocolates suena muy atractiva. Aunque, para ser franca, al pensar en ella viene a mi mente una imagen más del tipo Desayuno en Tiffany’s: diamantes a la vista, chocolate sobre la mesa. Mi idea no es precisamente un brownie coronado con un diamante cuadrado.
A la joyería Mervis Diamond Importers (Washington, D.C.), no obstante, le pareció una buena medida para atraer la atención de sus clientes y es muy probable que lo esté logrando. De por sí esta tienda es más o menos conocida por su forma de hacer publicidad.
No es la primera vez que la repostería se adorna con diamantes. Se ha sabido de pasteles de boda, fruitcakes navideños y pastelillos que recurren a la piedra preciosa para la celebración de ocasiones especiales. Este postre de chocolate está pensado para propuestas matrimoniales.
El diamante va engarzado en una mora y es recomendable no comérselo.