Una compañía de nombre DNA2Diamonds se propone crear una conexión de por vida entre las mascotas que se han ido y las familias a las que pertenecieron. La idea consiste en tomar una muestra de carbón del ADN del animalito y crear a partir de él un diamante único que puede ser lucido y atesorado para siempre.
DNA2Diamonds emplea la más reciente tecnología para extraer el ADN de cualquier persona o mascota (como una forma de recordar a ese ser que fue parte tan importante de la familia). DNA2Diamonds obtiene el carbono ya sea de un mechón de pelo o de las cenizas de tu amigo difunto. A los 70 días, entrega al cliente una joya a partir de los restos mencionados.
Dado que ningún ser vivo es idéntico a otro, los resultados en el diamante son únicos. Los precios de estas particulares joyas oscilan entre los dos mil y los dieciocho mil dólares. Se trata de una idea extraña, pero no cabe duda de que es una forma de mantener materialmente cerca a los seres queridos que se han ido.
Creo que ese sentido material es lo que me parece chocante. Lo que llevas en el dedo, en caso de adquirir el diamante, no es una parte de tu perro o tu gato, sino un trozo de materia.