Hemos sido testigos de numerosos accesorios innecesarios pero muy lujosos, confeccionados con materiales inalcanzables, exclusivos, para los teléfonos y reproductores MP3 de Apple. También hemos visto cómo ciertos «diseñadores» han sido capaces de tergiversar el hermoso diseño de iPods y iPhones para recubrirlos de cristales Swarovski, placas de oro macizo y brillos extravagantes.
Esta vez, sin embargo, el diseño que vengo a mostrarles no es desagradable a la vista. No es una charrada, no tiene piedras deslumbrantes, ni teclas de oro, ni botones de diamante. Se trata de un iPhone de platino sólido, diseñado para Stuart Hughes. Su aspecto es bastante discreto, pero está fabricado en un metal precioso. Además, tiene 53 diamantes que no lucen escandalosos pero que forman el logotipo de Apple.
Ahora que ya defendí su diseño voy a decirles por qué no lo compraría:
1. Es pesado. Uno de los encantos del iPhone es su ligereza. Si es de platino, ese encanto se pierde, por muy preciado que sea dicho metal.
2. Los diamantes me gustan pendiendo de mis orejas o de mi cuello, o colocados sobre mis dedos, o en mis muñecas. No guardados en mi bolso.
3. ¿Gastar 37.518 dólares en un artefacto que será sustituido el año próximo por otro, de nueva generación? No, no vale la pena.
Vía: Actualidad iPhone