No tiene pilas, ni corriente eléctrica, ni cuerda, así es el péndulo Atmos que sigue creando adeptos desde hace años y decenios.
En 2008, el péndulo Atmos de Jaeger-LeCoultre celebra sus 80 cumpleaños, con una serenidad que no tiene competidor en cuanto a años de estar presente en todos los mercados más sofisticados.
Para coronar este acontecimiento, se han realizado dos modelos inéditos en series limitadas a 48 y 10 ejemplares cada una.
Las nuevas creaciones tienen un cuadrante con reproducciones de las cartas astrales que se inspiran del atlas celeste “Armonía microcósmica”, realizadas por Andreas Cellarius en siglo XVII. El Atmos Astronómico propone un movimiento complicado, mostrando una ecuación de tiempo, una indicación de los meses y la visión del cielo en el hemisferio boreal.
Se trata de un magnífico objeto de arte, que viene diseñado con marquetería de apertura automática, cuya decoración rinde homenaje al pintor austriaco Gustav Kilmt, inspirándose de su célebre cuadro “Retrato de Adela Bloch”.
Esta pieza única está confeccionada con cientos de incrustaciones de maderas nobles y de láminas de pan de oro. No hay duda de que se trata de un excelente y minucioso trabajo de marquetería, a la vez que no le quita un ápice a la mecánica interna para dar con precisión las horas, los minutos, los meses y las fases de la luna.
Sólo esperamos que pronto podamos ver un diseño de pulsera, tan bonito y proceso como el péndulo de sobre mesa.