Allier, la marca por excelencia de productos de alta fidelidad tiene una estética de vanguardia: ese ha sido el último desafío de Cedric Aubriot, el fundador de la sociedad Waterfall, que se ha atrevido con la creación de altavoces de cristal.
La caja del altavoz está realizada con un ensamblaje de paredes de cristal, totalmente transparentes, dejando ver el interior de lo que, normalmente, permanece oculto en otras marcas.
El cristal es un material inalterable, que no resuena gracias a su grosor y a su masa. El resultado: una magnífica caja acústica que se integra perfectamente en cualquier ámbito o estilo de decoración. Pero, la parte estética no es lo único que caracteriza a esta espectacular creación. La reproducción sonora es exquisita, de forma que la transparencia no sólo es visual, sino también auditiva.
Elegante y prestigioso, el modelo Victoria es capaz de reproducir el sonido natural de su emisión, con una pureza excepcional. Los altavoces Watefall son capaces de transmitir la totalidad del espectro sonoro, sin llevar incluídos la caja para los sonidos más graves.
Más que una columna de sonido, el modelo Victoria es ante todo una obra de arte, y el precio refleja, sin ambages, la exclusividad del modelo: 1245 euros por unidad.
Los melómanos y artistas tienen aquí un aparato puntero, tanto en tecnología como en objeto de decoración que no deberían dejar pasar.