Miren nada más que cosas: una cuchara para bebés millonarios. Si bien es cierto que ningún bebé puede preciarse de ser millonario en el sentido estricto del término, pues para ello habría que tener una opulenta cuenta en el banco, algunos de ellos nacen en familias por demás pudientes y su futuro pinta para estar lleno de lujos y comodidades. Un claro ejemplo podría ser la posesión de esta cuchara.
Esta pieza fue especialmente diseñada para Vibre, está confeccionada en plata esterlina y muestra un pequeño diamante en el mango (la piedra elegida puede cambiar). Se trata de una de esas adquisiciones a prueba de tiempo: el típico tesoro que es legado de generación en generación. La firma se empeña en afirmar que es una forma de apapachar al pequeño integrante de la familia (yo tengo mis dudas).
Adquirir un cubierto como éste me parece, más que nada, un acto de narcisismo. Seamos honestos: al bebé no le interesa si le dan la papilla con una cuchara adornada con diamantes o con una desechable, de plástico vil. Al bebé lo que le importa es la atención, la seguridad, la diversión. Y cualquier bebé estaría agradecido de saber que sus padres no vierten sus proyecciones ambiciosas sobre su pequeña persona.
Vía: Born Rich