Las opciones de hospedaje durante los viajes son muchas pero, los hoteles personalizados son cada vez más socorridos por los turistas de altos niveles. Frente a las grandes cadenas de hoteles establecidos en edificios gigantescos, los hoteles boutique nos ofrecen una propuesta diferente.
La idea de los hoteles boutique surgió en Europa y poco a poco fue difundiéndose a otros continentes. Estos centros de hospedaje generalmente son pequeños, no cuentan con muchas habitaciones (30 en promedio, aunque algunos tiene incluso sólo tres) y a veces se encuentran en edificios que por su carga histórica y cultural pueden resultar muy interesantes: casas antiguas, monasterios, palacetes, castillos y haciendas.
Otro tipo de hotel boutique es el hotel artístico. En este caso son centros con un concepto y un interiorismo muy cuidados, generalmente bajo la dirección de un arquitecto, diseñador, decorador o artista de renombre. La estética de las habitaciones en estos hoteles suele ser congruente con un punto de partida, pero con muchas diferencias entre una y otra habitación.
Como era de esperarse, dado que los hoteles boutique son pequeños, los servicios y la atención por parte del personal encargado son muy exclusivos. El trato es personalizado y puede respirarse una atmósfera de intimidad. Esta nota extra, además de la decoración específica, hace que los precios sean muy elevados. Pero, ¿quién no quiere una estancia como ésa en sus próximas vacaciones?