Aunque la mayoría de los diseñadores hayan estado declarando que la crisis se ha mantenido al margen del mundo de la moda, las firmas de lujo sí han resentido la difícil situación financiera, en mayor o menor medida. El consumo ha disminuido considerablemente, por lo que las marcas de renombre encuentran una opción publicitaria en los rostros y los cuerpos de los famosos. Y no tienen que pagar por ella.
La temporada de premiaciones (Oscar, Globos de Oro y otras ceremonias importantes) se traduce en una pasarela de diseños sobre los que el público pone toda su atención. El estilismo de actrices y actores se convierte en un punto de partida para tendencias y, por lo tanto, influye en la demanda de los compradores.
Jeanne Yang, responsable de la imagen de muchas celebridades, comentó a The Wall Street Journal que los publicistas de diseñadores suelen comunicarse con ella para ofrecerle atuendos para las estrellas, y que este año dicha costumbre batió récord con respecto a temporadas anteriores. La estilista recibió más de 180 mails y dos diseñadores incluso le pidieron entrevistarse con ella.
Todos quieren saber qué ropa y accesorios usan las famosas y su elección para las grandes noches de gala es tan efectiva como un comercial. Sólo que este método alternativo es muchísimo más barato, pues la única inversión consiste en regalarles la prenda.
Foto: El rincón de moda