Yo siempre he soñado con tener un automóvil rosa: siento una particular debilidad por el Cadillac El Dorado, modelo 1959, y el Rolls Royce de Lady Penelope en la serie Thunderbirs Are Go me parece sencillamente encantador. No sé dónde se encuentre, pero en algún museo del mundo debe estar la limo Bentley que alguna vez tuvo John Lennon (prometo investigarlo próximamente). El color rosa es dulce y elegante, y en cosa de autos es también un color exclusivo, puesto que no son muchos los modelos que lo presumen.
Sin embargo, Paris Hilton sí ha podido darse ese lujo: su automóvil no sólo es color rosa, sino que además pertenece a la marca de autos más fina de Inglaterra, a la firma hermana de Rolls Royce. La famosa Paris tiene un Bentley rosado, cuyo diseño fue pensado especialmente para ella. Si la casa automotriz Bentley es tan cara es precisamente porque sus modelos, en ocasiones, son fabricados bajo pedido, como sucedió con el vehículo de Hilton, personalizado especialmente por la compañía West Coast Customs.
La famosa rubia gastó 200 mil dólares sólo en asegurar que el auto estuviera adaptado a sus caprichos: asientos con sus iniciales, el logotipo B de Bentley confeccionado a partir de un diamante, vidrios polarizados (que yo hubiera omitido pero que a ella deben serle de gran utilidad, tomando en cuenta su fama) y un largo etcétera.
A algunos podrá parecerles que el auto es de mal gusto, pero estamos ante un Bentley, un auto que pertenece a la firma más lujosa del mundo entero. Si yo fuera Paris Hilton, habría hecho exactamente lo mismo.
Fuente: Mundo Ricos