Si les dijera que existe una playa donde el cielo es siempre azul (sí, siempre, nunca hay nubes grises ni lluvia), donde el agua no está salada ni contaminada y donde las olas están siempre en su punto para jugar o surfear, ¿me creerían? Muy probablemente no. Pero una playa semejante existe. Su nombre es Ocean Dome y se encuentra en Japón.
Todas las características anteriores no se deben a que la playa en cuestión se encuentre en un lugar paradisíaco del país nipón, ni que el Creador haya decidido ser más benévolo con sus circunstancias climáticas, sino a que se trata de una playa hecha por el hombre: una playa techada, que fue construida debajo de un gran domo. Estamos ante la única del mundo en su tipo.
Ocean Dome es el parque acuático más grande del mundo y, en lugar de ofrecer grandes e intrincados toboganes, ofrece una playa enorme, donde el buen clima está siempre asegurado. La temperatura ambiental es de 30° C, y la del agua de 28°. Este lugar se ubica en el Océano Pacífico, en la isla de Kyushu. La entrada cuesta 50 dólares.
Ocean Dome se encuentra muy cerca de una playa natural, tal vez con nubes y lluvia, pero con la delicia de estar contemplando un paisaje verdadero. A mí la sal del mar me gusta mucho.