Chicos y chicas, este bar sí que está para dejarnos helados. Algunos lo conocen simplemente como el bar de hielo. Se encuentra en una apartada población del norte de Noruega, en Honningsvag, cerca del Cabo Norte (el lugar más septentrional del mundo). Todo en este lugar es gélido: las copas, la barra, el mobiliario. Salvo los tragos y los comensales, todo está hecho de hielo del Ártico. (¿Cómo serán los baños?)
Incluso cuando es verano, en este peculiar local es posible estar en contacto con hielo del Ártico: trozos de los lagos helados de Laponia y nieve de sus montañas. Su nombre lo dice todo: Ártico Ice Bar. Desde 2004 se hace una versión nueva, lo que funciona un poco como arquitectura e interiorismo efímeros. Con cada renovación, el aspecto es distinto, siempre con diferentes tonalidades, texturas y formaciones de hielo.
Su construcción no es menos extraordinaria que su aspecto: los bloques seleccionados se extraen para luego ser trasladados a Honningsvag en un transporte especial. Trabajadores y artistas se dan a la tarea de crear un espacio nuevo, siempre tendiendo a una estética contemporánea y lujosa.
¿A quién de ustedes se le antoja un whisky en las rocas (rocas del Ártico, claro está)?