El Caribe es un paraíso por sí mismo. Quintana Roo, particularmente, los hoteles que se encuentran en la llamada Riviera Maya (desconozco por qué le llaman riviera y no ribera, palabra que sí existe en el español) son un oasis de comodidad y regocijo visual. Las playas de Cancún son capaces de robarle el corazón a cualquiera.
Un grupo de empresarios expertos en el ramo hotelero ha elegido Cancún para construir un complejo turístico que, además de caracterizarse por el lujo, es amigable con la naturaleza. Su nombre es Hacienda Tres Ríos y fue inaugurado el pasado otoño.
Se encuentra a 57 kilómetros al sur de Cancún y a 10 kilómetros de Playa del Carmen, dentro del parque natural privado Tres Ríos (de 132 hectáreas). Dicho parque natural es hogar de cientos de especies de flora y fauna tropical. En él puede disfrutarse de diez cenotes y de los tres único ríos naturales del Caribe mexicano, que desembocan a una paradisíaca duna costera de 1,6 kilómetros de fina arena blanca.
Hacienda Tres Ríos es un modelo de desarrollo turístico sustentable que prevalecerá en el futuro. Es un resort enfocado hacia un turismo que propicia responsabilidad ambiental. Entre sus servicios se encuentran un centro de convenciones, spa, centros gastronómico gourmet, un club hípico para fiestas charras mexicanas, un parque para juego de polo y equitación, un club de yates y la renta de un jet privado.