Y yo que decía que los cristales Swarovski están en todos lados. No me imaginaba que realmente estaban dispuestos a seguir ampliando horizontes. Lo último fueron unos audífones Bose y un Lamborghini a escala. Esta vez es una silla de ruedas, un destino mucho más excéntrico, a mi parecer, que los dos anteriores.
La silla se llama K-Nova y es un lanzamiento de la marca Küschall. Es mucho más ligera que las sillas ordinarias y posee un diseño interesante. Está disponible en dos colores: «negro brillante» y «rojo real». Se trata de una edición limitada a 333 ejemplares en todo el mundo.
Cada silla viene numerada y acompañada de un certificado de autenticidad, con una carta firmada por Rainer Küschall. Su asiento y su respaldo están tapizados en cuero Alcántara. Los cristales Swarovski, que suman en total 219, están en el chasis, que tiene un diseño tubular, ligero y ergonómico.
A diferencia de muchos objetos, aparatos y productos con los famosos cristales, esta silla me parece de buen gusto. Es un objeto excéntrico, pero con un diseño discreto y, sobre todo, muy funcional.
¿Dónde aparecerá Swarovski la próxima vez? Los electrodomésticos, por ejemplo, son terreno virgen. Si hay tostadoras de Hello Kitty, ¿por qué no hacer una con cristales Swarovski? Y tal vez, mientras termino este post, hay quien ya ha lanzado una en algún lugar del planeta.
Vía: Bornrich
La verdad que nunca se me hubiese ocurrido poner cristales Swarovski en sillas de ruedas, pero veo que hay público para todo …