Hace noventa y nueve años, en 1916, el joyero ruso Fabergé entregó el “Military Egg (Huevo Militar)”, su última creación imperial para el zar Nicolás II de Rusia, a pocos meses antes de que fuese removido del poder por la Revolución Rusa y obligado a abdicar en febrero 1917.
El mes pasado en Qatar, Fabergé presentó su primer huevo imperial en casi un siglo, durante la exhibición “Doha Jewellery and Watches Exhibition”.
El “Fabergé Pearl Egg” cuenta con 139 finas perlas blancas, y más de 3,300 diamantes así como otras piedras preciosas.
El último huevo imperial también cuenta con cristal tallado y una madre perla montada en oro blanco y amarillo.
Creado en colaboración con el grupo de joyería Al Fardan con sede en el Golfo, cada perla de oro blanco que adorna el Fabergé Pearl Egg fue seleccionada a mano por Hussain Ibrahim Al-Fardan de su colección privada.
Inspirada en la formación de una perla en una ostra, los interiores del huevo están tallados para revelar una perla gris de 12.17 quilates.
Será vendido al final de la exhibición de cinco días en Qatar, y ya hay compradores interesados en la pieza.
Un estimado puso el valor del huevo incrustado con joyas en $2 millones (€1.8 millones), y varios mega ricos ya han expresado su deseo de comprarlo.
El precio de $2 millones podría terminar siendo un estimado bastante conservador.
Según reportes, el último huevo imperial que se subastó se vendió por más de $30 millones (€27.5 millones) el año pasado después de ser encontrado en un mercadillo.
De acuerdo a los récords de Fabergé, 50 huevos en total fueron encargados por la familia imperial rusa durante dos generaciones, y 43 de ellos sobrevivieron la Revolución Rusa.