Janet Sheed Roberts, la nieta del fundador de la destilería de whisky escocés Glenfiddich, vivió hasta los 110 años de edad. Antes de su muerte, para el día de su cumpleaños 110, su familia decidió honrar su increíble vida y legado mediante la selección de un barril de whisky escocés que se venía añejando desde la víspera de año nuevo de 1955, año que marcaría el punto medio de su vida.
La familia seleccionó las 15 botellas con la ayuda del maestro en licores Brian Kinsman. La familia mantuvo cuatro botellas, mientras que las 11 restantes se guardaron para reflejar cada década de la vida de Janet. Desde su muerte, la compañía ha estado vendiendo estas 11 botellas en subastas de caridad, con una de ellas rompiendo un récord mundial de venta.
El señor Kinsman describe el whisky como “absolutamente exquisito”, afirmando que no sólo tiene el sabor leñoso o a roble que se esperaría, sino que tiene una delicadeza única, es bastante floral y afrutado.
La carísima botella fue comprada por la suma de $94,000 dólares por un aficionado al whisky, quien vive en la ciudad de Atlanta, en el estado de Georgia – La última de estas 11 botellas se venderá en una subasta en Los Angeles.
