La escultura de Alberto Giacometti, “El hombre que camina”, se ha convertidoen la obra de arte más cara de la historia, al alcanzar en subasta el precio de 74,1 millones de euros.
Una triste figura flaca. Un muñeco de alambre, parecido a los trágicos esqueletos que nos muestran del holocausto, aunque no nos inspira piedad ni compasión.
Muchas copias se han realizado, en muchos museos se encuentran figuras similares, pero ésta es la original subastada, una de las más grandes: 1,83 mts. siendo una fundición de bronce. No se sabe a quién pertenece, en qué lugar será lucido, pero sí que va a necesitar mucha seguridad para ser protegido.
La pieza se describe como «la imagen tanto, de un humilde, como de un poderoso símbolo de la humanidad». Giacometti dice que ha visto «el equilibrio natural del paso como un símbolo de la fuerza de la propia vida del hombre «.