El bolso insignia de Louis Vuitton, el aclamado Speedy, está convertido en una especie de escultura y puede contemplarse en una concept store de los almacenes Selfridges, quienes decidieron homenajear a la firma en su aniversario. Yo no creo que se trate precisamente de una escultura, sino de un conjunto de bolsos apilados, pero algunos medios no han dejado de mencionarlo como tal.
¿Que por qué no es escultura? Bueno, pues no encuentro ahí un tema, una intención, una propuesta estética, propiedades todas ellas de cualquier obra artística, por incomprendida que esté. Las esculturas no son solamente formas geométricas con relieve, sino que tienden a comunicar ciertas ideas de las que carece esta disposición conjunta de bolsos. Sin embargo, en la foto la idea luce bastante bien y debe ser muy atractivo presenciarla mientras se va de compras.
Escultura o no, el asunto importante aquí es que el Speedy es un referente no sólo de Louis Vuitton, sino también de la moda. El modelo está disponible en diferentes versiones, tamaños y diseños. El Speedy 30, protagonista de la «escultura» de Selfridges, seduce por sus formas redondeadas y su capacidad de funcionar independientemente de modas y épocas. Su precio (de aproximadamente 700 dólares) bien vale la pena ser pagado.