Si se asoman por la página de Rosa Chá, encontrarán un conjunto deslumbrante de trajes de baño. Las colecciones de temporadas anteriores son muy interesantes, pero es la nueva línea lo que sorprende. Basta con que pongan atención a los detalles del bikini que encabeza este post.
Qué ganas de tener uno de éstos (que naranja tan acertado) para mis próximas vacaciones a la playa. Pero resulta que, si mi capricho se cumpliera, el bikini-tesoro (que podría costar entre 1,200 y 3,200 dólares, dependiendo de materiales e incrustaciones) no es apto para nadar. Así es señoras y señores: los trajes de baño de Rosa Chá son exclusivamente para tomar el sol.
Segun Christina Delice, gerente de la tienda de la marca en Nueva York, este año han vendido piezas muy costosas, confeccionadas en piel y adornadas con cristales Swarovski. Sin embargo, cuentan también con un bikini que cuesta «sólo» 180 dólares (qué ganga). Por el precio y la limitación de no poder nadar con ellos, pensaríamos que no hay demanda para estos trajes de baño, pero ya ven que no nos equivocamos.
Claro que estamos ante piezas de edición limitada (con esos precios, no podría ser de otro modo), pensadas para personas que valoran la moda y, sobre todo, pueden pagarla. No saben cómo me gustaría estar en una situación similar.