Aunque Salma Hayek y Francois Henri Pinault están casados por lo civil desde el pasado 14 de febrero, actualmente se preparan para su boda religiosa. Por lo visto Salma es toda una romántica, pues los pormenores de la ceremonia están como para dejar con la boca abierta a cualquiera.
El magnate tiene dinero de sobra para derrochar y consentir a la actriz mexicana. Eso, aunado a la «visión romántica» de Salma, está por desembocar en una boda de altos, muy altos vuelos. Pongan atención a los detalles:
La pareja se casará en la catedral de Notre Dame, en París. Antes de llegar al recinto, llevará a cabo una procesión desde la Torre Eiffel y a lo largo del Río Sena. Los invitados llegarán a la cita en limusinas flotantes y vaporettos. El camino de entrada a la catedral estará cercado por rosas rojas y blancas.
Después de la ceremonia religiosa, la recepción se celebrará en nada más y nada menos que el Palacio de Versalles, con viandas y música selecta. Para tal fin, los invitados tienen ya reservada un ala del hotel Ritz de París: socialités, empresarios, artistas… Puras celebridades (y uno que otro veracruzano, de seguro).
El ajuar de la actriz fue confeccionado por diseñadores de Gucci y Balenciaga (ambas firmas pertenecientes a Pinault), y las joyas que usará están valuadas en 15 millones de euros.
Como de cuento de hadas (un cuento de hadas muy pero muy costoso), ¿no les parece?