Estos interruptores de luz me recuerdan un poco la importancia de manijas y herrajes en los muebles antiguos (y que ahora, con las corrientes minimalistas han perdido todo el encanto): son piezas muy detalladas, a veces en muebles simples, que logran dotar de cierto temperamento al conjunto.
Del mismo modo, en tiempos pasados, las lámparas, las palmatorias y hasta los instrumentos rudimentarios para dar luz contaban con diseños muy especiales. En ese sentido, estos interruptores se inspiran un poco en el pasado, y yo celebro que así sea.
Son interruptores con cristales Swarovski, diseñados por Berker y galardonados con un Design Plus Award 2008. Lo interesante en estas piezas es que no se trata nada más de hermosos interruptores que son capaces de fungir de joyas empotradas en la pared, sino que además tienen otras funciones: pueden controlar a distancia otros dispositivos dentro de la casa.
Tal vez sería bueno afinar el detalle de la base de los interruptores, que es bastante ordinario en comparación con el brillante centro. Pero, en general, la idea me parece muy buena. Esta vez Swarovski no me sorprendió por el mal gusto de los objetos que lo portan sino por su funcionalidad.
Y con este post vuelvo a las andadas, después de una breve ausencia en este blog, debida a dificultades técnicas. Espero que me hayan extrañado y que sigan leyéndome por acá.