Waterford Wedgwood, renombrada marca irlandesa de cristalería y vajillas, remonta su origen a la Inglaterra de hace 250 años y es una pionera en la industrialización de la cerámica azul china. Desde 1987 la empresa tiene su sede en Irlanda, ha trabajado con varias marcas y ha cosechado un sinfín de éxitos comerciales.
Sin embargo, los bancos han estado negándose a renovar los créditos solicitados, por lo que Waterford podría correr peligro. Un ejemplo de este problema puede verse en la situación de Royal Doulton, una de sus marcas derivadas. Los representantes de ésta han comenzado a buscar compradores para vender por partes el grupo empresarial.
De acuerdo con el corresponsal de economía de la BBC, Andrew Walker, algunos compradores han mostrado cierto interés, de manera que la difícil situación financiera de Waterford Wedgwood podría significar el fin de la marca.
Además, Waterford Wedgwood promueve un estilo de vida lujoso, es exactamente el tipo de empresa que ofrece productos fácilmente recortados del presupuesto familiar en tiempos de crisis económica. En definitiva, es una lástima que la crisis afecte a las firmas clásicas, aquéllas que no sólo representan un alto estilo de vida, sino que funcionan como un punto de referencia, un puente hacia el refinamiento.
Fuente: BBC Mundo