Cada año se cumple el mismo ritual. Cuando los días se hacen más largos, y la luz del norte envuelve sus parajes de una magia especial, el Transcantábrico inicia un periplo entre León y Santiago de Compostela. Este año, además, el recorrido se viste de gala, al festejarse el 25 aniversario de su puesta en marcha.
Es verdad que trenes de lujo los hay en todas partes y que recorren otros muchos países del planeta. El Transcantábrico es uno de esos, aunque no sea el más mítico de todos, al estilo de lo que representa para tantos románticos el Orient-Express.
En España, FEVE hizo hace años la apuesta por renovar y modernizar cada compartimento de este curioso tren de vía estrecha, instalando duchas en sus departamentos.
El Transcantábrico ofrece a sus visitantes una semana jalonada en varias etapas. Por eso, este recorrido norteño es algo más que viajar y comer a bordo de los vagones.
El precio tampoco es insignificante: alrededor de 2500 euros por persona, con el aliciente de que si se viaja durante el mes de abril nos podemos beneficiar de una rebaja del 8% en el precio habitual.
Quien todavía no ha hecho la experiencia, debería reservar, alguna vez en su vida, una semana para descubrir los mejores lugares de la costa cantábrica, al tiempo que hace nuevos amigos en un tren de lujo, reservado en cada trayecto, para muy pocos viajeros. Paz, tranquilidad, buena mesa y arte son algunos de los secretos que nos depara esta pequeña excursión para los últimos románticos del XIX.